Siguiendo con las claves que compartíamos en el anterior post, éstas son las tres claves restantes para crear un equipo de alto desempeño:

5) Cariño

 “El cariño es la mejor estrategia” (Jon Gordon)

En la biografía de Steve Jobs escrita por Walter Isaacson, el autor cuenta la historia de cuando Steve Jobs ayudó a su padre a construir una valla cuando era niño. Su padre le dijo que debía limar igual de bien la parte de atrás de la valla que la parte de delante. Cuando Steve le preguntó por qué importaba la apariencia de la parte de atrás si nadie se daría cuenta, su padre le dijo: “pero tú sí lo sabrás”. El padre de Jobs le enseñó a hacer las cosas con mimo, a poner cariño en cada detalle y años más tarde Jobs sería conocido por crear una gama de productos diseñados meticulosamente y donde cada aspecto sería cuidado al máximo nivel de detalle.

“Apple puso cariño en lo que hacía y en los productos que creaba y como consecuencia se ganó el cariño de los consumidores”.

Jon Gordon denomina a este fenómeno el “sello de cariño” (caring trademark en inglés). Este “sello de cariño” es la que ha hecho que empresas como Apple, Patagonia, Zappos o Warby Parker sobresalgan respecto a sus competidores. Y en cuanto a los líderes individuales, estos pueden mostrar su “sello de cariño” en el trato personal que tienen con sus trabajadores. Una de los mayores indicadores de liderazgo se observa en el impacto que tenemos en las vidas de los demás (como en el ejemplo del video de Mandela que verás abajo).

¿Cuál es tu “sello de cariño”? ¿Aquello que los demás reconocen en ti de forma clara? Te invito a crear el tuyo propio.

 6) Conexión

“El equipo gana al talento cuando el talento no es un equipo” (Mike Smith, entrenador de los Atlanta Falcons)

Como dice mi buen amigo Álvaro Merino, el talento individual no es talento, es individualismo.

Un equipo conectado entre sí acabará siempre convirtiéndose en un equipo comprometido. ¿Y cómo podemos lograr un equipo conectado?

En una época en la que la comunicación es mucho más fácil que nunca (se tardaron 75 años en llegar a 100 millones de usuarios de telefonía fija, cuatro años en llegar a 100 millones de usuarios de redes sociales y tan sólo 23 días en llegar a 100 millones de usuarios de Pokémon Go), el reto está en conectarnos menos con los dispositivos y más entre nosotros. Si bien numerosas empresas y equipos deportivos han decidido prohibir el uso de tecnología en ciertos momentos o lugares (como la zona libre de móviles e internet de Guardiola en el Manchester City) la clave no está tanto en prohibir sino en encontrar un equilibrio. Si los líderes quieren conectar con los trabajadores más jóvenes, deberán adaptarse y hablarles en su lenguaje y a través de los medios de comunicación que estos utilizan. Del mismo modo, deberían preservarse las conversaciones personales si queremos llegar a la excelencia.

No es coincidencia que los equipos más exitosos suelen ser aquellos donde los deportistas comparten más momentos fuera del terreno de juego (cenas en familia, barbacoas, acciones solidarias…).

“Conecta fuera del vestuario para ser fuertes dentro del vestuario”

Y puesto que las conexiones nunca son estáticas, siempre evolucionan, es peligroso asumir que puesto que tuvimos buenas conexiones con nuestro equipo en el pasado seguimos estando conectados con ellos al mismo nivel en el presente. Las conexiones son como el matrimonio o cualquier relación, debemos trabajarla cada día como una planta que hay que regar cada día.

“La conexión que creas hoy será el vínculo que unirá a tu equipo mañana”.

 7) Compromiso

Cuando estás comprometido al 100% sucede como cuando te enamoras: todo el mundo lo percibe.

El psicólogo Pep Marí describe con una metáfora brillante la diferencia entre involucrarse y estar verdaderamente comprometido. En el desayuno inglés (huevos y beicon), la gallina se involucra puesto que pone los huevos, pero el que se compromete de verdad es el cerdo cuando pone el beicon…

Los líderes más importantes de la historia (Gandhi, Mandela) también fueron famosos por su compromiso, por lo que sacrificaron para ayudar a muchos otros.

“No tienes que ser grande para servir a otros, tienes que servir a otros para ser grande”

En mis sesiones de formación en empresas, todavía me sorprendo al ver cómo muchos managers y líderes piensan que conforme ganan poder y responsabilidad, son sus equipos los que deberían servirles a ellos más. Sin embargo, los verdaderos líderes saben que su trabajo es servir a sus equipos y no al revés.

¿Y cómo podemos lograr un equipo comprometido? Como dijimos antes, todo empieza con la comunicación abierta y con la confianza. Si nuestro equipo ve que hablamos de forma transparente y que hay coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, aparecerá la confianza, y si confían en nosotros se comprometerán a aquello que el equipo se marque como objetivo. Nadie se compromete si no confía.

Para terminar, un gran ejemplo de liderazgo que utiliza el cariño, la conexión y el compromiso.

Pedro Díaz Ridao