Hace unas semanas llegó a mis manos el libro “La empresa consciente: cómo construir valor a través de valores”, así como un vídeo (que veréis abajo) en el que el autor, Fred Kofman, Vicepresidente de Linkedin, compartía el concepto de “conscious business”, que en español vendría a ser algo así como empresas conscientes o empresas responsables. El concepto se basa en la metodología que el propio Kofman creó hace unos años y que ha ayudado a la mayoría de grandes empresas en el desarrollo del talento de sus empleados (y que ahora Linkedin ha abierto a todo el mundo de manera gratuita a través de esta academia).

El apellido “consciente” o “responsable” podríamos aplicarlo directamente a las personas, que son las que producen los cambios en las organizaciones. Y puesto que todos estamos reinventándonos o intentándolo (el cambio es lo único que permanece constante en este mundo de futuro incierto), ¿quién mejor que Kofman para ayudarnos a entender lo que el mundo está demandando y en qué podemos fijarnos para aumentar nuestro potencial?

Por ello te comparto los conceptos más llamativos de su discurso, que están llenos de mensajes sencillos pero poderosos. Conceptos profundos explicados con sencillez, o, como diría Leonardo Da Vinci, “la sencillez es la mayor de las sofisticaciones”.

He aquí las seis transformaciones para liderar un negocio consciente (y una vida consciente, que es aún más importante):

 1) De quejarnos a apropiarnos:

Afrontémoslo: nos encanta ser víctimas. Y aunque no hayamos causado lo que sea que nos pase, lo cierto es que contribuimos al menos en parte a crear la realidad en la que existimos. Seamos responsables, en su sentido inglés –e inventado, si me lo permitís- de la palabra: seamos “capaces de responder”. Afrontemos nuestras elecciones y vivamos con ellas. En lugar de ser víctimas, seamos actores. Seamos los actores protagonistas.

my responsibility

 2) De ganar a significar:

No necesitas ganar para significar algo, para ser importante.

De hecho, la mayoría de las cosas importantes que nos pasan en la vida nos pasan cuando no estamos ganando nada…

Significar es más que ganar (y ganar es más que vencer). Significar es encontrar un propósito que nos enamore (ej: un proyecto) y aportar valor en lo que hacemos. Cumplir con tu propósito es la mejor ganancia posible.

3. De saber a aprender:

La mayoría de veces que levantamos la mano no es para preguntar (querer saber) sino para hacer ver que sabemos algo. Y cuando no lo sabemos, intentamos fingir que lo sabemos. Es más, hay incluso quien mira mal a aquellos que preguntan para saber algo, aunque en el fondo agradece que se haga la pregunta y aprende gracias a ellos…

Aprender tiene que ver con mostrar vulnerabilidad (algo de lo que escribiré en próximas semanas) y humildad, como vimos en un post anterior. Tiene que ver con la alegría que produce abrirse a nuevas posibilidades, una puerta que se abre cada vez que dejamos de intentar demostrar que tenemos razón en lugar de intentar entender en qué tienen razón los demás…

4. De agradar a otras personas a decir la verdad

Deja de cambiar tu historia para ser querido por los demás y comienza a decir la verdad para quererte a ti mismo”

 Solemos tender a agradar a las personas en lugar de ayudarlas, sobre todo porque nos cuesta mucho decir algo que pueda hacer daño. La tentación de agradar es grande, pero más grande debe ser la responsabilidad de dar un feedback valioso. Para ello, crear relaciones de confianza será esencial. Y además nos agradecerán ese feedback valioso. Pero claro, construir esa confianza ya daría para un trabajo de 40 horas…

5. De incumplir a cumplir

Estamos demasiado acostumbrados a no cumplir nuestras promesas. Decimos “sí, lo haré”, pero luego no lo hacemos. Damos nuestra palabra y luego no la cumplimos, y se ha convertido en normalidad. Los líderes conscientes son personas íntegras y cumplen sus promesas.

promise

6. De mandar a liderar

Para Kofman, “mandar es usar el palo y la zanahoria: recompensa y castigo. “Si no lees, te quito el iPad”. Cuando lideras, no quieres que tus hijos lean, quieres que tus hijos quieran leer, que no es lo mismo…”.

 Es mucho más fácil mandar que liderar, pero mandar no mejora las cosas y sólo nos sirve a muy corto plazo. La inspiración es como la gasolina: cuanta más pongamos en el depósito de nuestros hijos, empleados, etc, más lejos irán ellos…y nosotros por consecuencia.

Estas seis transformaciones van a ser mi “propósito de trimestre nuevo”, mis mejores amigos para el resto del año, y espero que sean útiles en tus proyectos personales y profesionales.

Al fin y al cabo, si no somos la misma persona en casa y en el trabajo, es que no estamos siendo nosotros mismos en alguno de los dos sitios…

Feliz resto de semana,

Pedro Díaz Ridao

 Encuéntrame en twitter