¿Qué tiene que ver nuestro navegador de internet con nuestra proactividad?

Michael Housman recibió el encargo de liderar un proyecto de investigación para averiguar por qué algunos agentes comerciales duraban mucho más en sus puestos de trabajo que otros comerciales. Para su sorpresa, descubrió que los trabajadores que presentaban un historial de muchos cambios de trabajo no tenían mayor probabilidad de abandonar sus trabajos que aquellos que llevaban muchos años. Sin embargo, sí encontró una gran diferencia en otro apartado: entre todos los datos que poseía, observó que había una gran diferencia en cuanto al navegador de internet que usaban: los trabajadores que utilizaban Firefox o Chrome duraban en sus puestos un 15% más que los que usaban Internet Explorer o Safari. Y, aún más importante, los usuarios de Firefox y Chrome eran un 19% menos propensos a faltar al trabajo y además lograban muchas más ventas.

 Como podemos imaginar, la diferencia no está en sí en el uso de un navegador u otro, sino en lo que esta preferencia habla sobre los hábitos de estas personas. El cómo obtienen el navegador. Internet Explorer viene por defecto en los PC y Safari viene por defecto en los Mac. Por tanto, para conseguir Firefox o Chrome los trabajadores tuvieron que tener la iniciativa de descargar un navegador distinto. En lugar de aceptar lo que venía por defecto, tomaron la iniciativa de intentar buscar algo mejor. Y este acto de iniciativa, por pequeño que fuera, se mostró como un fiel reflejo de lo que hacían en el trabajo.

 Esta historia aparece en Originals, de Adam Grant, un libro que nos ayuda a entender los rasgos de esas personas no conformistas que están provocando el cambio positivo con sus ideas innovadoras. Aquellos emprendedores e intraemprendedores (empleados que crean el cambio dentro de sus organizaciones) que se cuestionan el status quo y que toman la iniciativa para mejorar el entorno, creando valor para ellos mismos, sus organizaciones y para la sociedad, aun yendo en contra de sus propios miedos al fracaso.

100% original

Este miedo al fracaso ha acompañado a la gran mayoría de emprendedores y personas de éxito. Como el caso de Steve Wozniak, quien se negaba a abandonar Hewlett-Packard para cofundar Apple y finalmente lo hizo tras los ánimos que tanto Steve Jobs como su familia y amigos le dieron para que diera el paso. O Phil Knight, fundador de Nike, quien mantuvo su anterior trabajo mientras creaba Nike y no dio el salto hasta que la compañía estaba bien asentada. Porque ser emprendedor/a da miedo, a todos. Muchos estudios muestran que a los emprendedores no les gusta el riesgo más que al resto de la población, lo que marca la diferencia es que la recompensa de crear algo de valor es mayor que el miedo de no hacerlo nunca.

 Yo siempre digo que emprender es una actitud ante la vida.

 No se trata de crear empresas o no (no todo el mundo debe ni quiere hacerlo, al contrario de lo que nos llega por todos lados últimamente), se trata de hacer algo con esas ideas que todos tenemos, esas ideas que mejoran nuestros espacios de trabajo, comunidades, escuelas, familias. Ser emprendedor es ser lo suficientemente generoso como para provocar el cambio positivo. Es querer dejar este mundo mejor de lo que lo hemos encontrado.

 ¿Por qué nos da miedo este cambio?

 (El cambio de actitud es más difícil que el cambio de trabajo…)

Como recogía Joseph Schumpeter, uno de los padres del emprendimiento como hoy conocemos, “la originalidad es un acto de destrucción creativa”. Defender nuevas formas de hacer las cosas requiere romper con las viejas formas de hacer las cosas. En otras palabras, necesitamos desaprender para aprender. Y esto implica luchar contra la pereza de nuestro propio cerebro, quitarnos piedras de nuestra mochila llamada experiencia y aceptar el miedo, que aparecerá en algún punto en el camino.

 Aquí comparto algunos de mis extractos favoritos del libro:

 “Lo desconocido da más miedo que lo negativo”

 “Seremos mejores padres si alimentamos la originalidad de nuestros hijos y seremos mejores jefes si alimentamos la diversidad de pensamiento en lugar de la conformidad en nuestros empleados”

 “Nuestra intuición es muy importante pero sólo funciona en aquellos ámbitos donde tenemos mucha experiencia”

 “La mayor barrera de la originalidad no es la generación de ideas, es la selección de ideas”

 “Los grandes creadores no tienen necesariamente la mayor experiencia, sino que buscan las perspectivas más amplias”

 “Un amigo es alguien que ve más potencial en ti de lo que tú ves en ti mismo”

 “La originalidad no es un rasgo de serie. Es una elección libre”

Pedro Díaz-Ridao

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